El Paseo se levanta en medio de un entorno agreste, en plena sintonía con la vegetación autóctona del norte cordobés. Cactus, espinillos y algarrobos enmarcan el recorrido, mientras que el sonido del viento y el canto de las aves acompañan a los visitantes que llegan hasta este rincón único. A través de senderos delimitados por piedras y arcos, el lugar invita a la contemplación, no sólo del paisaje, sino también de la huella cultural que la poesía ha dejado en estas tierras.

Desde el mirador del Paseo es posible contemplar la totalidad del valle de Río Seco y la villa que vio nacer a Lugones un 13 de junio de 1874. En este mismo día, en honor a su nacimiento, se celebra en todo el país el Día Nacional del Escritor. Una estatua del poeta se alza en el lugar, como testigo silencioso del paso del tiempo y como faro que inspira a nuevas generaciones.

Además de rendir homenaje a Lugones, el Paseo también reconoce a otros poetas locales que, con su talento, han contribuido a preservar la identidad y la memoia de la región. Sus nombres y versos forman parte del recorrido, destacando el valor del arte como expresión de lo colectivo y lo cotidiano.

El Paseo de los Poetas no es solo un sitio turístico. Es un espacio de conexión con nuestras raíces, una invitación a detenerse, mirar el horizonte y recordar que, a veces, la poesía también habita en los paisajes, en las piedras y en la historia viva de nuestro pueblo.