Ubicado al norte de la provincia de Córdoba, el Cerro del Romero se erige como uno de los puntos más emblemáticos de Villa de María del Río Seco. Este lugar no solo ofrece una imponente vista panorámica del valle, sino que también concentra historia, espiritualidad y naturaleza en una experiencia única para quienes lo visitan.
Uno de los aspectos más conmovedores del cerro es que alberga la tumba del poeta Leopoldo Lugones, quien eligió este rincón de su tierra natal como su morada final. Desde allí, el paisaje parece rendir homenaje permanente a su legado literario y emocional.
En la cima se encuentra también la Capilla de La Cautivita, un pequeño templo cargado de devoción y tradición local. A su lado, una cruz de madera recuerda la figura de Fray Mamerto Esquiú, símbolo de fe y compromiso. Estos elementos convierten al cerro en un sitio de peregrinación para muchos fieles de la región.
Además, se puede apreciar un mangrullo, estructura que evoca el pasado fortificado de la zona, cuando la defensa frente a los ataques indígenas era una prioridad en la vida de los pobladores.
El ascenso al cerro se realiza por un sendero accesible, ideal para caminatas en familia o en grupos. Durante el trayecto, la naturaleza invita al silencio, a la contemplación y al encuentro con las raíces profundas del norte cordobés.
A lo largo del año, especialmente en fechas religiosas, se organizan actividades y caminatas en honor a la Virgen de La Cautivita, patrona venerada en toda la región.
El Cerro del Romero no es solo un destino turístico, es una postal viva de la historia y el alma de Villa de María del Río Seco. Un lugar para descubrir, sentir y volver.
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